
COMAYAGÜELA, M.D.C. – El Gobierno de los Estados Unidos donó a Honduras tres bodegas de alivio de desastres, un centro de operaciones de emergencia y equipo de primera respuesta como parte de un esfuerzo de gestión militar de los Estados Unidos para contribuir a la preparación para el alivio ante desastres en la región.
El Embajador de los Estados Unidos James Nealon hizo la entrega oficial de las instalaciones y el equipo a las autoridades de la Comisión Permanente de Contingencias (COPECO), durante una ceremonia en la sede de COPECO en Comayagüela. “Como los hondureños saben muy bien, este país es vulnerable a los efectos de los desastres naturales –ya sea un huracán, terremoto, inundaciones o deslizamientos de tierra. Los Estados Unidos se complace en asociarse con Honduras para asegurar que estas instalaciones ayudarán COPECO a dar alivio crítico en tiempos de crisis”, dijo el Embajador Nealon.
Las bodegas donadas servirán como puntos de almacenamiento y distribución de alimentos y suministros de ayuda para ser usadas por las fuerzas de socorro en caso de desastre. El centro de operaciones de emergencia facilitará aún más las comunicaciones y el transporte a todas las zonas afectadas de manera oportuna si sucede un desastre natural. Además el equipo donado incluye camiones de transporte, equipo contra incendios, y bombas de agua portátiles.
Las donaciones fueron coordinadas y financiadas a través del Programa de Asistencia Humanitaria del Comando Sur de los Estados Unidos. El programa supervisa una serie de proyectos destinados a reforzar las capacidades de las naciones aliadas para responder a un desastre natural o por la mano del hombre. Los proyectos incluyen la construcción de bodegas de alivio de desastres, centros de operaciones de emergencia, refugios, pozos y escuelas.
COPECO trabajó muy de cerca con el Comando Sur y funcionarios del Gobierno de los Estados Unidos para identificar los proyectos que se necesitaban.
Hasta la fecha, más de 100 proyectos de bodegas de alivio de desastres y centros de operaciones de emergencia han sido completados o están en marcha en 25 países de América del Sur, Centroamérica y el Caribe. Las instalaciones fortalecen y amplían las capacidades necesarias para ayudar a los ciudadanos en tiempos de desastre, al tiempo que reducen la necesidad de asistencia directa del extranjero durante una crisis de parte de países como los Estados Unidos.