¡Que impresionante que más de medio siglo después de su muerte, el Doctor Martin Luther King Jr. aún puede reunir a la gente en procura de una sociedad más justa y más equitativa!
Hoy, celebramos y reflexionamos sobre la vida y la obra del Dr. King – un líder distinguido del movimiento de derechos civiles de los Estados Unidos.
Me honra conmemorar su legado en compañía de tantas personas que representan la rica diversidad de Honduras, y quienes, como el Dr. King, trabajan cada día para promover la libertad e igualdad de todos los hondureños.
Cuando pensamos en el Dr. King, inmediatamente viene a nuestra mente su lucha para crear igualdad entre las razas en Estados Unidos.
Sin duda alguna, eso era un objetivo primordial para el Dr. King.
Pero, es importante recalcar que el legado del Dr. King va mucho más allá de una cuestión de raza.
El Dr. King soñaba con un mundo en donde todos pese el color de su piel, su género, su religión, su orientación sexual, podrían disfrutar plenamente de sus derechos.
Y por supuesto, en la Embajada de EEUU seguimos haciendo todo lo posible por promover la diversidad y la equidad tanto externamente como dentro de nuestra misma institución.
Me enorgullece decir que nuestro personal en la Embajada es más diverso que nunca.
Tenemos tanto oficiales como empleados locales cuyas raíces son de la comunidad afrodescendiente.
Al igual tenemos una mejor representación de mujeres y personas de grupos minoritarios entre el equipo de la Embajada.
Quiero ofrecerles un ejemplo de una de nuestras oficiales, Mercedes.
Ella misma es afrodescendiente y antes de ser una oficial, ella conoció la cultura Garífuna en la universidad y fue inspirada a mudarse y trabajar por varios años en la costa hondureña.
Ahora que ella vino nuevamente a Honduras como oficial de la Embajada, Mercedes está fortaleciendo nuestras políticas y programas en base a sus experiencias personales y su experiencia profesional.
La política exterior de los EEUU se fortalece con la diversidad de perspectivas, experiencias, y culturas del personal que nos apoya en nuestras embajadas por todo el mundo.
Esto es un ejemplo del legado del Dr. King en acción.
Exaltamos el discurso del Dr. King “Tengo un Sueño” – cuando, llamó a Estados Unidos a hacer de la igualdad, la libertad, la tolerancia, y la justicia una realidad para todos–
ya que, con esa visión esperanzadora, las barreras comenzaron a caer y la intolerancia comenzó a reducirse.
Aunque aún queda mucho por hacer, logro cambiar las leyes para respetar los derechos de todos los ciudadanos estadounidenses, pero más importante aún, cambió también los corazones y las mentes.
Los avances alcanzados en Honduras para promover la diversidad en posiciones de liderazgo también son alentadores.
El ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Luther Castillo Harry es un ejemplo de esto.
El no solo comparte su nombre con el Dr. King pero es también un admirador de sus enseñanzas y legado.
La diáspora afrodescendiente cuenta con representación en el congreso con 4 diputados y 1 diputado suplente; y a nivel de corporaciones municipales con un alcalde y un regidor.
El director de Recursos Humanos de la Policía Nacional y el Inspector General de la Policía Nacional ocupan unos de los rangos más altos dentro de esta institución.
Y por primera vez un abogado afrodescendiente se ha postulado para Magistrado de la Corte Suprema.
Sin duda estamos viendo el cambio que propuso el Dr. King ese día.
Pero esto no fue tarea fácil.
Pese a los logros que hemos visto, nuestro trabajo no ha terminado.
Hay que reconocer que hay mucho más que hacer.
Dr. King promovía una sociedad en donde se respeta los derechos de cada persona, donde la opresión se elimina, donde todos pueden acedar a las oportunidades, y donde los ciudadanos entienden que cuando se unen para mejorar su sociedad pueden lograr cambio positivo.
Estos son los principios esenciales de una verdadera democracia.
Y son los valores a cuáles el Dr. King dedicó su vida para realizar.
La Embajada está apoyando a la comunidad afrodescendiente en Honduras, fomentando una mayor participación política, aumentando el acceso a la justicia, contribuyendo al crecimiento económico inclusivo, invirtiendo en mejoras al sistema educativo, y promoviendo la inclusión social y el respeto de los derechos humanos.
Pero el trabajo de lograr una sociedad democrática más justa y más equitativa es compartido.
Como dijo el Dr. King: “no es momento para la apatía o la complacencia. Este es momento para una acción vigorosa y positiva.”
Honduras, ahora es el momento de construir la “comunidad de amor” que el Dr. King imaginó, y la que cada hondureño merece, La Honduras justa y equitativa.
Gracias.