Palabras de Apertura de la Secretaria de Seguridad Nacional Kirstjen M. Nielsen en Reunión con Gobiernos del Triángulo Norte

Esta traducción se proporciona como una cortesía y únicamente debe considerarse fidedigna la fuente original en inglés.

Buenos días y muchas gracias. Es un placer esta con ustedes este día, y en primer lugar quisiera agradecer al Presidente Hernández por su hospitalidad, por ser anfitrión de esta histórica reunión, y por su continuo liderazgo y amistad a lo largo de la región. Espero que hoy podamos tener una discusión muy productiva y colaborativa, y, sobre todo estoy muy complacida de poder firmar este histórico Memorándum de Cooperación.

También quiero agradecer a mis colegas, mis amigos sentados a mi lado, al Ministro Pacheco, al Ministro Degenhart y al Ministro Landaverde por su invitación a acompañarles en esta reunión y a las reuniones ministeriales de seguridad previas. También quiero agradecerles por su arduo trabajo, y por el trabajo de sus delegaciones ministeriales durante el último año.

Su liderazgo en celebrar una serie de reuniones ministeriales e impulsar nuevos mecanismos para fortalecer la aplicación de la ley y la cooperación para la seguridad fronteriza es fundamental para el éxito de todos nuestros países, y les agradezco.

Sin embargo, no debemos equivocarnos: juntos estamos enfrentando una crisis regional sin precedentes. Solamente en febrero, el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos interceptó a más de 75,000 migrantes cruzando nuestra frontera sur. Para finales de este mes, nuestras proyecciones muestran que es muy probable que interceptemos cerca de 100,000 cruces de migrantes en un mes.

Comparto con ustedes que los Estados Unidos ha pasado de enfrentar una crisis, a una emergencia, a casi un completo colapso de nuestro sistema. Estoy muy preocupada y debemos hacer más.

La diferencia entre la situación actual y la de años anteriores está en la composición real del flujo de migrantes. Actualmente, la mayor parte del flujo consiste en poblaciones vulnerables, familias y niños, mientras que anteriormente se componía de adultos solteros que podían ser procesados rápidamente y que, en los casos apropiados, podían ser retornados a sus países de origen.

Las cifras y el retraso han aumentado exponencialmente, de modo que DHS ha tenido dificultades para proporcionar el apoyo humanitario necesario. Esto es más grave cuando se ofrece apoyo a niños que están llegando más enfermos que nunca a nuestras fronteras. Actualmente, el DHS está preocupado por las amenazas inmediatas a la vida y la seguridad de los migrantes con los que tenemos contacto.

También estoy preocupada, y comparto las preocupaciones de los ministros sobre los traficantes, contrabandistas y criminales transnacionales, que se aprovechan de estas poblaciones vulnerables y las llevan en un viaje muy peligroso hacia el norte. Las organizaciones criminales transnacionales no se preocupan por las vidas humanas. Están motivadas exclusivamente por el dinero y son una amenaza importante y persistente contra nuestra seguridad colectiva.

Sin embargo, aunque me preocupan todas estas amenazas, también sigo siendo optimista porque juntos tenemos una causa común: todos queremos reforzar nuestras leyes para garantizar un flujo de migrantes seguro y ordenado, proteger a nuestras comunidades, facilitar el comercio y los viajes legales, apoyar poblaciones vulnerables para interceptar drogas peligrosas e ilícitas, y asegurar nuestras fronteras.

Juntos nos hemos comprometido a promover la seguridad y prosperidad en toda nuestra región. Debemos hacer más para proteger a las poblaciones, familias y niños vulnerables y asegurar que las personas que huyen de la persecución legítimamente reciban las protecciones que merecen lo más cerca posible de su hogar y tan pronto como sea posible.

Debemos continuar las acciones conjuntas contra las redes criminales que están empeorando la crisis, y debemos aumentar el intercambio de información para que podamos identificar a los individuos peligrosos dentro de los flujos migratorios, y finalmente, debemos mejorar la seguridad regional de las fronteras para prevenir la migración irregular.

Y mientras trabajamos juntos, los Estados Unidos, me comprometo con ustedes, serán su socio de confianza que ayudará a brindar apoyo para el fortalecimiento de capacidades y la asistencia humanitaria necesaria para enfrentar esta crisis.

A medida que implementemos el Memorándum que firmaremos hoy, los traficantes ya no podrán beneficiarse de la miseria humana. No permitiremos la explotación de poblaciones vulnerables; juntos superaremos la ilegalidad.

Para los Estados Unidos, este acuerdo nos permitirá utilizar el apoyo de toda la gama de autoridades y recursos de mi Departamento, así como los Departamentos de Justicia y de Estado, y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional.

Los documentos que firmaremos hoy brindan un mecanismo que nos permitirá sincronizar mejor todos nuestros esfuerzos y concentrarnos directamente en los temas centrales que el Presidente Hernández y el Ministro describieron:
– La trata y el tráfico de personas.
– Combatir las organizaciones criminales transnacionales y pandillas.
– Expandir el intercambio de información e inteligencia, y
– Fortalecer la seguridad de fronteras aéreas, terrestres y marítimas.

También espero conversar hoy sobre áreas adicionales en las que podemos mejorar nuestra asociación.

Yo sé que nuestros esfuerzos hoy representan un paso histórico de alianza para abordar esta crisis sin precedentes. Es nuestro deber enfrentarla y resolverla juntos.

Tengan la seguridad que nuestro trabajo no termina aquí, debemos actuar con vigilancia y dedicación para implementar rápidamente este acuerdo que protege a nuestra gente, garantiza una migración segura y legal, y asegura nuestras fronteras.

Nuevamente, muchas gracias Ministro por recibirnos, y a mis colegas, muchas gracias por su extraordinario trabajo para alcanzar estos objetivos.