Discurso de la Encargada de Negocios Heide B. Fulton en la Celebración del 243 Aniversario de la Independencia de los Estados Unidos de América

Buenas tardes, y bienvenidos. Gracias por acompañarnos a celebrar los 243 años de independencia de los Estados Unidos de América.

Esta tarde, viendo a nuestro alrededor, nuestro orgullo nacional se evidencia en las flores, banderas, y demás decoraciones que adornan este salón.  Sin embargo, las decoraciones no representan a plenitud el orgullo y patriotismo que sentimos en nuestros corazones en el Día de Independencia.

Como Encargada de Negocios en Honduras, soy funcionaria del Departamento de Estado. Además de nuestro día de independencia, estamos orgullosos de celebrar este mes el doscientos treinta aniversario de la creación del Departamento de Estado.  En esta ocasión, quiero felicitar a mis colegas del Departamento del Estado por el importante trabajo que realizan diariamente y los sacrificios que hacen por amor a su patria. Es un honor ser parte de un equipo tan dedicado, talentoso y profesional.

Cuando celebramos el 4 de julio, reconocemos la extraordinaria visión de nuestros fundadores, y honramos los valores fundacionales que lograron plasmar en la Declaración de Independencia, documento que ha orientado la evolución de nuestro país hacia una democracia cada vez más participativa e inclusiva. La Declaración de Independencia era un llamado radical hace dos siglos y medio. Declaraba que todos somos creados iguales; que somos dotados por nuestro Creador de ciertos derechos inalienables, como la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. Y también nos instruía que los gobiernos derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los gobernados. Desde ese 4 de julio de 1776, Estados Unidos ha ido mejorando—con la abolición de la esclavitud, el establecimiento de protecciones laborales, el derecho al voto para las mujeres y los Afro-Americanos, los avances significativos para la comunidad LGBTI y muchos logros más.  Ese trabajo, ese esfuerzo para lograr la “unión más perfecta” que propone nuestra Constitución, es un camino largo, pero estos principios intemporales siempre nos guiarán.

Es la búsqueda de estos valores e ideales compartidos entre Honduras y Estados Unidos que forma la base de nuestra cercana y duradera amistad. Valoramos mucho nuestra relación fuerte con el gobierno, el sector privado, y el pueblo de Honduras. Trabajamos de la mano para buscar una Honduras más segura y próspera. Luchamos juntos para fortalecer las instituciones del país, y para eliminar la corrupción.

Mientras los Estados Unidos buscan constantemente perfeccionar y mejorar su democracia y su unión, lo mismo sucede en Honduras.  Este es un esfuerzo de décadas y generaciones, y sin embargo, en la persistente búsqueda de prosperidad, no debemos olvidar el progreso que hemos alcanzado.  Hace cinco años, las investigaciones de casos de corrupción generalmente no resultaban en casos o condenas.  No obstante, con la creación de la Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras y la UFECIC, se han investigado 12 casos emblemáticos y se han anunciado sentencias contra funcionarios corruptos.  Hace cinco años, la fuerza policial tenía una urgente necesidad de profesionalización y entrenamiento.  Un exitoso proceso de depuración y un compromiso por parte del gobierno y sus socios, incluyendo a los Estados Unidos, para mejorar su entrenamiento ha producido resultados.

Hay mucho más por hacer. Hay que avanzar urgentemente en las reformas electorales para inspirar confianza ciudadana en las elecciones y fortalecer la democracia, proceso que determinará la trayectoria de este país.  Hay que expandir las oportunidades económicas que permitirán a los pobladores construir sus futuros aquí, para evitar la penosa y peligrosa migración irregular hacia el norte.

En estos tiempos, cuando existen muchas posiciones encontradas dentro de la sociedad hondureña, se debe fomentar la tolerancia y respetar los derechos humanos fundamentales de todos los hondureños. Y hay que buscar y aceptar el diálogo como la vía más constructiva para resolver las diferencias y llevar al país hacia adelante. En este esfuerzo, los Estados Unidos permanecerá al lado del pueblo y del gobierno hondureño.

Como muestra de nuestra confianza en la fortaleza de la relación bilateral entre nuestros países, recientemente colocamos la primera piedra de la nueva sede de nuestra misión diplomática en Honduras.  Esta inversión de más de seiscientos millones de dólares resultará en un nuevo edificio que cuenta con la tecnología más avanzada para asegurar su sustentabilidad ambiental. Esperamos la apertura de nuestra nueva sede diplomática a finales de 2022.

Quiero concluir expresando lo agradecida y honrada que me siento por la oportunidad de vivir y servir por tres años en este bello país.  En poco más de una semana termino mi asignación diplomática en Honduras.  A pesar de los desafíos que hemos compartido, los recuerdos más importantes que llevo conmigo son todos positivos. Mi más sincero agradecimiento a todos nuestros socios y amigos alrededor del país por compartir conmigo el esfuerzo de construir un futuro próspero y seguro que todos queremos para Honduras.

Para finalizar, quiero agradecer el generoso apoyo de nuestros patrocinadores, ya que su valioso aporte es fundamental para la realización de este evento.  Y un especial agradecimiento a los estudiantes de la Escuela de Gastronomía de la UNITEC que han trabajado con el personal del hotel en la preparación de la comida y atención a los invitados.

Muchas gracias a todos, y feliz Día de la Independencia.