En todo el mundo, cada año la violencia contra la mujer no solo perjudica a millones de mujeres y niñas, sino también a sus comunidades y familias. La violencia contra la mujer, ya sea en el trabajo, en el hogar, en el ámbito educativo o como resultado de conflictos o crisis, no es aceptable en ningún caso. Estados Unidos reconoce la dignidad intrínseca de todas las mujeres y niñas y tiene la firme determinación de prevenir la violencia contra la mujer y responder a estos hechos cuando ocurran.
Cada mujer y niña merece una vida sin violencia. Al erradicar la violencia contra la mujer se eliminan obstáculos significativos al empoderamiento de las mujeres y esto posibilita que se conviertan en pioneras, innovadoras y líderes de sus comunidades. Estos esfuerzos requieren la dedicación de gobiernos, el sector privado y la sociedad civil para generar un impacto perdurable. Estados Unidos se enorgullece de observar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer el 25 de noviembre y los 16 Días de Activismo contra la Violencia de Género que acompañan a esta fecha.
Estados Unidos reconoce que la pandemia de COVID-19 ha afectado de manera particular y desproporcionada a las mujeres; esto incluye desde mayores índices de violencia contra las mujeres hasta el aumento de la inseguridad laboral. Ha llegado el momento de que la comunidad internacional se una para poner fin a la violencia contra la mujer, acompañe y empodere a las sobrevivientes y pueda dejar atrás la pandemia de COVID-19 más fortalecida que nunca. Estados Unidos ha asumido el compromiso de contribuir a esa meta en pos de la seguridad nacional, la prosperidad global y los derechos y la dignidad de las mujeres y las niñas en todo el mundo.